Queridas mujeres,
En momentos de desesperación y necesidad, quiero recordarles que hay un Dios que está obrando en sus vidas, incluso cuando no podemos verlo.
Aunque enfrenten circunstancias que parecen imposibles, recuerden que nada está fuera del alcance del poder divino.
A veces, la vida nos presenta desafíos que parecen abrumadores, y es natural buscar un milagro inmediato para cambiar nuestra situación.
En medio de la incertidumbre, les animo a mantener la fe y la esperanza, porque Dios tiene un plan para cada una de ustedes.
Los milagros no siempre ocurren de la manera que esperamos, pero eso no significa que no estén sucediendo.
Dios trabaja en formas misteriosas y sorprendentes, y a veces los milagros se manifiestan como oportunidades inesperadas, conexiones significativas o cambios de perspectiva que transforman nuestras vidas.
Si están esperando un milagro de Dios inmediato, les invito a confiar en Su tiempo perfecto.
Aunque pueda ser difícil, recuerden que Dios conoce sus necesidades y escucha sus oraciones. No están solas en su lucha y nunca serán abandonadas por el amor divino.
En lugar de enfocarse únicamente en el resultado que desean, les animo a abrir sus corazones y mentes a las posibilidades que Dios puede tener para ustedes.
A veces, los milagros toman formas diferentes a las que imaginamos, pero siempre reflejan el amor y la bondad de Dios.
Mientras esperan, les invito a mantener una actitud de gratitud y a encontrar pequeñas bendiciones en cada día.
A menudo, los milagros se manifiestan en las cosas simples y en las personas que nos rodean.
La presencia de Dios está en los detalles de la vida cotidiana.
Recuerden que cada día es una nueva oportunidad para crecer en fe y fortaleza. La espera puede ser difícil, pero en medio de ella, Dios está forjando su carácter y preparándolas para lo que está por venir.
No se rindan, sigan adelante con coraje y determinación.
No olviden que el mayor milagro ya ha ocurrido: el regalo del amor de Dios a través de Su Hijo Jesucristo. Ese amor es constante, inquebrantable y siempre está a su disposición.
Encuentren consuelo en esa verdad y permitan que ese amor las guíe en su camino.
Confíen en que Dios escucha sus oraciones y conoce sus necesidades más profundas.
Puede que no vean el milagro de inmediato, pero están siendo sostenidas por el amor divino en cada paso del camino.
Mantengan la fe, la esperanza y la confianza en Dios.
Su milagro puede estar más cerca de lo que imaginan.
Continúen buscando Su guía y sigan adelante con valentía, sabiendo que están rodeadas por un amor que nunca falla.
Con cariño y ánimo,
EL SECRETO DE LAS MADRES