¡Cocinar diariamente para una familia entera y adelgazar es real!
En 3 meses dije adiós a 60 kilogramos: sin pasar hambre, sin practicar deporte.
¡Hola a todos!
¿Conoces el sentimiento de autodesprecio devorador por tener un enorme sobrepeso?
Bueno, yo misma viví con este sentimiento durante muchos años.
Llevo mucho tiempo soñando con una figura esbelta y, para mi gran suerte, ¡he conseguido PERDER ALGUNOS KILOGRAMOS ODIOSOS!
Tuve la suerte de encontrar una forma eficaz de ajustar mi conducta alimentaria para poder comer con normalidad y perder peso.
Ahora que he bajado 60 kilos durante seis meses, estoy preparada para compartir mi historia de transformación con el mundo.
Antes de casarme, era «delgada».
Me gustaba mi aspecto. Comía bien, hacía ejercicio y tenía una vida estudiantil activa. En el segundo año me casé y quedé embarazada.
Al principio tenía miedo de engordar mucho, pero tuve suerte. Con mi hija mayor, mis padres me ayudaron activamente y seguí estudiando. Dos meses después de dar a luz, volvía a llevar la ropa de antes del embarazo. Al obtener mi título, no busqué trabajo, sino que tomé una segunda licencia por maternidad de la que jamás salí.
Me convertí en un ama de casa. Mi marido gana mucho dinero y yo hago todas las tareas de la casa y de la familia. Por supuesto, mi talla «s» hace tiempo que es demasiado pequeña, pero no puedo decir que haya engordado mucho.
Antes del tercer parto mi figura estaba en el rango normal. Pero después, engordé mucho…
MAGICOA
Mi hija menor tiene ahora 5 años. Y durante todo este tiempo estuve tratando de perder peso de todas las maneras posibles.
Pero el enemigo de mi esbelta figura es mi familia. O, más exactamente, yo misma. Yo era la que malcriaba a mi familia con todos los platos del mundo.
Quería impresionar a mi marido y a mis hijos, disfrutar y alimentarlos mejor.
Y «más sabroso» significa pasta con mucha salsa, un plato lleno de pollo mexicano, croissants franceses recién horneados, lasaña grasienta, salchichas bávaras con col asada y ensaladas de patatas con mayonesa.
Cocinaba todos los días, incluidos los fines de semana.
Solía llenar la nevera de comida, y por la noche se quedaba vacía. Y en algún momento me di cuenta de que no sólo había echado a perder a mi familia, sino que me había llevado a mí misma, a mi marido y a mis hijos a un trastorno alimentario.
Soy consciente que mi marido es difícil de alimentar con una ensalada sin mayonesa, y mi hijo adolescente practica activamente deportes y está dispuesto a comer muy bien 8 veces al día, pero mi hija mayor…
Se graduó en la escuela el año pasado y prácticamente ha dejado de cuidar de sí misma. Resulta que es «body positive» y empezó a aceptarse tal y como es.
No estoy en contra…
Pero ha engordado hasta 30 libras en un año. Eso es mucho y podría ser perjudicial para su salud.
No sabía qué hacer y estaba muy enfadada conmigo misma y con toda mi familia. Con su apetito había engordado 50 kilos en cinco años.
Por supuesto, intenté introducir un menú saludable, pero en casa había un motín. Nadie comería chuletas al vapor sin sal ni salsa. Y cuando me negué a hacer tartas, mi marido me llamó traidora y pidió cuatro pizzas grandes… No tenía energía ni tiempo para cocinar para mí por separado.
Estaba enfadada y sollozando de asco por mi cuerpo.
¿Será siempre así? Algo tenía que cambiar…
Me suscribí a todas las páginas de Instagram de alimentación saludable para reducir el consumo de calorías. Empecé a participar en maratones y traté de hacer ejercicio con entrenadores en línea, pero no perdí peso.
Mientras hojeaba las noticias, buscaba una motivación, pero me encontré con las fotos felices de mis conocidos: antiguos compañeros de clase, parientes lejanos y numerosas bellezas de Instagram. No diré que estaba celoso.
Simplemente, estaba molesta. Eran todas tan perfectas, flacas, felices, siempre de vacaciones y con hombres guapos que las miraban como mi marido miraba un enorme bistec de vuelta y vuelta.
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Sí, después del nacimiento de nuestro tercer hijo nuestra intimidad prácticamente desapareció. Mi marido prefiere cenar mucho por la noche e irse a la cama que hacer el amor conmigo.
No puedo decir que mi marido esté gordo, pero sigue teniendo una barriga decente. He leído que este vientre es lo que hace que los hombres tengan problemas de potencia.
No sabía cómo salir de este círculo vicioso: dejar de comer yo misma y alimentar a mi familia con comida grasienta. Incluso acudí a un nutricionista, pero no me sirvió de nada, sino que fue una pérdida de dinero. Finalmente, la solución al problema vino de las redes sociales.
Encontré un blog de una chica que se encontraba en una situación similar: familia siempre hambrienta, falta de tiempo para hacer deporte y ninguna posibilidad de ponerse a dieta. Pero aún así perdió 78 kilos.
Empecé a ver todos sus vídeos, a leer sus posts y a intentar averiguar cómo lo hacía. ¡Y tuve suerte! Descubrí que su secreto para perder peso es MAGICOA .
En un video, esta muchacha explica cómo reducir el tamaño de su estómago y comer porciones más pequeñas. No, no se trata de una resección gástrica, ni de dietas y ayunos terapéuticos.
Es mucho más sencillo y sabroso: lo único que tiene que hacer es beber Magicoa todos los días. Se trata de una bebida instantánea especial con setas Reishi.
Estaba un poco estresado e intimidado por la presencia de setas en la bebida y me preguntaba qué eran. Resulta que las setas Reishi se utilizan desde hace siglos en la medicina oriental para reducir el apetito, mejorar la digestión y estimular el metabolismo.
Los habitantes de Oriente las añaden tradicionalmente a platos que van desde sopas y guarniciones hasta bebidas tonificantes e incluso postres, enmascarando su sabor con especias aromáticas y condimentos.
Las setas Reishi que contiene Magicoa se recolectan de una forma especial que conserva todos sus beneficios y elimina su sabor a tierra característico.
¡Por eso MAGICOA tiene un sabor y un aroma tan agradables! No es necesario que sigas ninguna dieta adicional, haz deporte sólo si lo deseas. ¿Es realmente cierto?
¡Eso sería perfecto para mí!
Por supuesto, ya había probado muchas píldoras y tés dietéticos, pero aparte de los dolores de estómago y la diarrea, no me causaban nada.
Pero aquí, por alguna razón, estaba convencida de que MAGICOA seguro que me ayudará.
Al ver las fotos del antes y el después de esa muchacha, me di cuenta de que no se puede perder peso tan rápidamente por uno mismo: el cuerpo necesita un estímulo.
¡Y ella lo encontró!
Me costó encontrar este producto, pero lo conseguí. Y lo pedí inmediatamente. Mi objetivo era perder al menos entre 5 y 10 kg, ¡pero no esperaba perder hasta 60 kg y volver a la misma talla de ropa que antes de mi primer embarazo!
La primera vez que me pese: menos 9 kilos en una semana
La composición de MAGICOA incluye una lista de nutrientes destinada a preparar el cuerpo para la pérdida de peso de forma integral.
En segundo lugar, es un producto investigado clínicamente, aprobado por los mejores expertos de Europa y recomendado como suplemento dietético clave para reducir el porcentaje de grasa en tu dieta.
Yo no entendía realmente cómo podía funcionar hasta que vi el primer resultado. Perdí hasta 9 kilos en una semana. Estaba más dispuesta a creer que mi báscula estaba rota que a creer que estaba perdiendo grasa.
La bebida contiene ingredientes naturales. El extracto de setas Reishi estimula el metabolismo y activa la quema de grasa subcutánea.
La inulina de achicoria estabiliza el azúcar y el colesterol en sangre y ayuda a mantener el apetito bajo control.
La maltodextrina prolonga la saciedad, normaliza la microflora intestinal y aumenta el vigor y la energía para todo el día. Y el cacao en polvo confiere a la bebida un agradable sabor y aroma a chocolate.
Incluso después de la primera taza, sentí realmente una explosión de energía y prácticamente se me quitó el hambre.
Y ahora, después de un tiempo, me doy cuenta de que como mucho menos: una pequeña porción de comida me basta para estar completamente llena.
Mis intestinos funcionan como un reloj: si antes me molestaban las alteraciones digestivas ocasionales, ahora son cosa del pasado.
En cuanto al peso… Cada día los kilos de más se esfumaban ante mis ojos. El peso bajó, quería comer menos, de hecho, ¡dejé de comer dulces!
Simplemente no lo quería, ya está, aunque no podría vivir un día sin una barra de chocolate.
Yo compartí con ustedes mi historia con final feliz. Y ahora quiero compartir mi descuento personal para MAGICOA.
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